Luis Diego Marín Schumacher, coordinador regional de Preserve Planet advirtió que si los Expedientes Nº 19.233 y Nº 19.339, presentados por los diputados Otón Solís y Otto Guevara, para su discusión en la Asamblea, son aprobados representarán una seria amenaza contra los Parque Nacionales.
«Estoy completamente seguro que no existe manera de construir proyectos sin afectar grandemente los frágiles ecosistemas protegidos de Costa Rica, además se estaría sentando un grave precedente, que daría oportunidad de implementar otros proyectos similares, lo cual no tendría otro resultado que la destrucción de nuestras invaluables áreas protegidas”.
Añadió que es preciso recordar también que los Parques Nacionales son el mayor atractivo de nuestro país, del cual depende la industria turística, principal fuente de ingresos para la economía nacional.
Sobre estos proyectos el M.S. Mario A. Boza, uno de los “peones de los parques nacionales”, como él mismo se define, opina que no se justifica de ninguna manera comenzar a despedazar nuestros parques sólo para obtener una exigua cantidad de energía, que en todo caso no se necesita en estos momentos. Boza resume su posición de la siguiente manera:
Los parques nacionales y las reservas equivalentes le generan grandes beneficios económicos y sociales al país. Además, el agua de ahora y del futuro sale y saldrá de nuestras áreas protegidas
El país no está de ninguna manera en crisis energética, como para que se justifique la segregación de pedazos de nuestros parques. Estas segregaciones que se pretenden ahora, abrirían las puertas a nuevas segregaciones para represas, extracción minera, grandes complejos hoteleros, etc. Al final no habrá parques ni naturaleza, sólo desarrollo salvaje.
Boza considera además que el ICE ha sido muy mal promotor de la búsqueda de nuevas fuentes energéticas porque no ha iniciado conversaciones con los residentes locales sobre el proyecto Diquís, que generaría 646 MW, y hasta este año comenzará a manejar el tema de los paneles solares en hogares y empresas.
También sostiene la tesis de que existe energía geotérmica fuera de los parques nacionales. La mejor prueba son los proyectos Pailas II, Borinquen I y Borinquen II, que se desarrollan fuera del Parque Nacional Rincón de la Vieja, con un préstamo japonés.
Indica además que con base en la información existente, el proyecto del ICE en el Rincón de la Vieja, respaldado en el pasado por el Minae, sólo generaría 35 MW, lo que es una producción ridícula que no puede justificar de ninguna manera destruir más de 1.000 ha. de bosque primario en el corazón turístico de ese tan visitado Parque Nacional.
Otra de las consideraciones para oponerse a intervenir los Parques Nacionales es que el sector privado, incluyendo cooperativas, ha ofrecido generar mediante proyectos hidroeléctricos y eólicos hasta 1.000 MW adicionales. Lo único que se necesita es que la Asamblea Legislativa, en lugar de aprobar segregaciones de parques, apruebe levantar el discriminatorio tope del 15{35a9e689fde632ddc9e695173d9a729bbcb91113ec219093f35ff8ca4c3cd351} de la capacidad instalada. Hasta el actual Minae está a favor de levantar este tope.
Adicionalmente, el ICE puede –y lo ha hecho- comprar energía del resto de Centroamérica, a mejores precios que la producida con plantas térmicas. Los ingresos del país por ecoturismo y por turismo científico compensarían con creces ese gasto.
Boza indica, a manera de conclusión, los proyectos geotérmicos dentro de parques nacionales son a todas luces inconstitucionales. Violan el artículo 50 de nuestra Constitución y un gran número de convenciones y leyes, que afortunadamente protegen nuestros parques y reservas públicas.