Representantes de la Asociación de Pescadores de Punta Coyote (ASPEPUCO) y la Asociación de Pescadores de Bejuco (ASOBEJUCO) entregaron una carta al Presidente de INCOPESCA, Presbítero Gustavo Meneses, en la que solicitan la declaratoria de una veda por tres años a la operación de embarcaciones camaroneras en sus caladeros de pesca de pargo manchado.
Específicamente, solicitan que la Junta Directiva de la institución impida la operación de embarcaciones camaroneras en las aguas menores a 30 brazadas, comprendidas entre las áreas marinas protegidas del Refugio de Vida Silvestre (RNVS) Caletas-Arío y el RNVS Camaronal ambos en el Cantón Nandayure, donde ya está prohibida la operación de estas embarcaciones.
Tanto Amado Quirós como Mirian Vargas, firmantes de la misiva y Presidentes de ASPEPUCO Y ASOBEJUCO respectivamente, se lamentan por la disminución dramática en la producción del pargo manchado, situación que atribuyen a la sobre pesca por barcos camaroneros. Señalan además que el pargo manchado es un recurso estacional que tiende a formar agregaciones reproductivas, aumentando su vulnerabilidad a este tipo de pesca. «Cuando ocurre la presencia estacional del pargo manchado, el área es invadida por embarcaciones camaroneras que dirigen su esfuerzo pesquero no hacia el camarón, como dicta su licencia, sino hacia estos peces, quitándonos un recurso del cual dependemos para el desarrollo socioeconómico de nuestras comunidades», denunciaron.
Quirós y Vargas expresaron además a las autoridades de INCOPESCA que «esto sería un paso lógico para iniciar el ordenamiento del espacio marino en el Cantón Nandayure, y facilitaría el desarrollo de proyectos pesqueros en la zona dirigidos a alcanzar la sostenibilidad de nuestra pesca». Finalmente, extienden una invitación al Presidente de INCOPESCA y al Vice Ministro de Aguas, Mares, Costas y Humedales, para que visiten la zona y se enteren sobre sus proyectos de pesca sostenible y responsable.
La pesquería del pargo manchado de Coyote y Bejuco entró en un proceso a partir del 2008 para obtener la primera certificación internacional de pesca sostenible de Centroamérica, lo cual abre opciones para los pescadores locales en el comercio de sus productos. La certificación, no obstante, no será posible en tanto las embarcaciones camaroneras continúen extrayendo pargos manchado a tasas insostenibles, mortalidad excesiva de tortugas marinas, y daños generales en el funcionamiento del complejo y delicado ecosistema marino de Nandayure.