Un Recurso de apelación presentado ante el Tribunal Contencioso Administrativo por un vecino de Nicoya, de apellidos Piñar Sequeira, impide que la Municipalidad de ese cantón desarrolle un proyecto para construir un nuevo cementerio en esa comunidad.
En la actualidad el viejo campo santo, que se encuentra en el barrio Guadalupe en el centro de la ciudad nicoyana, está completamente colapsado porque abrió sus puertas hace más de una centuria, con bóvedas que datan de 1865 y; además, agotó su vida útil desde 1988.
Para brindar una adecuada sepultura a los fallecidos, la Municipalidad de Nicoya pretende comprar una propiedad de tres hectáreas ubicada en la parte suroeste de la ciudad, específicamente en el Barrio Las Brisas del Cerro, terreno que tiene aprobados todos los estudios correspondientes.
La iniciativa se llevará a cabo con una visión amigable con el ambiente porque las fosas serán subterráneas, incluirá una capilla de velación, servicios sanitarios, iluminación, estacionamiento para vehículos y una tapia perimetral; además, de vigilancia permanente.
De acuerdo con Marco Jiménez, Alcalde de Nicoya; la nueva finca de tres hectáreas tendrá un costo de ¢255 millones, presupuestados gracias a un acuerdo tomado por los regidores en marzo del año pasado.
“Hemos pensado en un nuevo cementerio como quien dice con “todas las de ley”, se trata de una iniciativa a la altura de los mejores campos santos de Costa Rica, para solucionar uno de los grandes dolores de cabeza de los pobladores, porque ahora cada vez que alguien fallece hay que andar corriendo buscando cementerios en otros lugares donde depositar los cuerpos”, indicó el Alcalde Jiménez.
La propiedad que se compraría en Las Brisas del Cerro fue seleccionada luego de que una Comisión nombrada por el Concejo Municipal estableciera que ese lugar reunía todos los requisitos legales, ambientales e incluso financieros.
Traba legal
La gestión legal de Piñar Sequiera, ante el Tribunal Contencioso Administrativo; entrabó el desarrollo de las nuevas obras y; además, generará graves inconvenientes a los familiares que deben sepultar a sus deudos.
“Estamos ante un claro caso en que el interés de una sola persona, dizque preocupada por temas ambientales, entraba la solución a un problema comunal sumamente grave. Esta persona ya había presentado recursos de apelación ante la Alcaldía, pero el Departamento Legal de la Municipalidad, recomendó rechazarlos porque no brindó argumentos legales de peso, más bien, se denota una clara intención de obstaculizar el avance del proyecto”, criticó Jiménez.
Para el antiguo cementerio en Barrio Guadalupe, la Municipalidad dispuso de ¢65 millones con el fin de proceder con el cierre técnico del lugar, que en la actualidad ya cuenta con una tapia.
“En este momento solamente las personas que han construido nichos pueden usarlos para sus familiares, ya no hay ninguna posibilidad de crecer por falta de espacio, de modo que, necesitamos resolver este problema a la mayor brevedad posible. Estamos seguros de que el Tribunal Contencioso Administrativo nos concederá la razón, porque hemos procedido con mucho tino, siempre cumpliendo con los requisitos que exige la Ley”, añadió el Alcalde Jiménez.
La orden de compra del terreno en el Barrio Las Brisas del Cerro fue autorizada por el Concejo de la Municipalidad de Nicoya el 25 de enero del año 2012. Los fondos para dicha compra se lograron mediante un préstamo con el Banco Popular y Desarrollo Comunal.