Hojancha líder en mejoramiento genético forestal

Uno de los aspectos que identifica a Hojancha es la vocación que tienen sus habitantes por la reforestación y su preocupación por seguir ostentando el título de cantón forestal.

La creación del Centro Agrícola Cantonal de Hojancha (CACH), en 1977, marcó el inicio del establecimiento de plantaciones forestales con las cuales se pretendía revertir el proceso de aridez que caracterizaba este territorio, por efecto de prácticas no muy adecuadas en la ganadería y la agricultura.

Estudios recientes demuestran que aproximadamente un 70{35a9e689fde632ddc9e695173d9a729bbcb91113ec219093f35ff8ca4c3cd351} del área del cantón ahora se encuentra bajo un uso adecuado del suelo, y que se han dado avances significativos en la recuperación de la cobertura forestal y la restauración del paisaje.

Esta recuperación se ha logrado gracias a la acertada labor de extensión forestal impulsada por las organizaciones del cantón, la necesidad de buscar nuevas alternativas de producción después de la crisis ganadera y el desarrollo de las políticas ambientales tendientes al adecuado manejo de los recursos naturales.

El principal reto en Hojancha, en cuanto al ordenamiento territorial, es poner en práctica las herramientas que se han generado para este fin una de las cuales es el Plan Regulador elaborado por la Municipalidad de Hojancha, el cual es el instrumento director de desarrollo del cantón.

La conciencia que adoptaron los agricultores de Hojancha para entrar de lleno en el cultivo del café y la siembra de árboles frutales como sombra, con el paso del tiempo dio lugar al establecimiento de plantaciones de especies maderables como la teca y la melina, primero con poca orientación y posteriormente incorporando nuevas tecnologías de mejoramiento genético para alcanzar mejores rendimientos y productividad, reduciendo el turno de corta y alcanzando mayores beneficios económicos.

Por ejemplo, en los ensayos de progenie establecidos por el CACH con la especie Teca (Tectona grandis), se ha logrado,a través de la selección genética, aumentar la producción de volumen comercial en más de un 100 {35a9e689fde632ddc9e695173d9a729bbcb91113ec219093f35ff8ca4c3cd351}.

Estos ensayos se establecieron a mediados de 1999, se evaluaron cientos de hectáreas de plantación de Teca en toda la Península de Nicoya pero sólo se seleccionaron los mejores 30 individuos, árboles con características fenotípicas superiores (rectitud de fuste, inclinación de fuste, ángulo de inserción y grosor de ramas, sin grano espiral, entre otros).

Se colectó semilla de estos individuos y se diseñaron 4 ensayos de progenie en cuatro sitios geográficos distintos.

Después de haber realizado las labores respectivas de monitoreo, podas y raleos, estos ensayos han alcanzado la categoría de Huerto Semillero. De hecho, el CACH es la única institución en América Latina que tiene Huertos Semilleros Certificados Genéticamente en Teca. Un trabajo similar se hizo con la especie Melina (Gmelina arborea) y es gracias a estos esfuerzos que hoy el CACH cuenta con una base genética mejorada en ambas especies.

El Centro también es la única Institución en Centro América que tiene árboles de Teca con “pedigrí”. Los árboles madre que dieron origen a los Huertos Semilleros están siendo propagados vegetativamente, y los descendientes de estos 30 árboles plus han sido monitoreados y analizados a través de 8 años con diseños estadísticos y programas de cómputo especializados en genética forestal.

Gracias a esto se obtuvo un ranking de los mejores 50 descendientes según el grado de ganancia genética, y actualmente estos individuos superiores están siendo propagados vegetativamente junto con sus árboles madre.

De la misma forma, la semilla obtenida de estos huertos semilleros es germoplasma genéticamente mejorado y está siendo propagada en los invernaderos del CACH. Este material certificado de alto valor genético actualmente se comercializa en la unidad de reproducción clonal del CACH y está disponible para reforestadores, tanto a nivel local como internacional.