Al afirmar que “lo peor está por llegar” el Presidente de la Corporación de Fomento Ganadero (Corfoga), Leonardo Luconi dejó en claro que la situación que enfrentarán los productores pecuarios de Guanacaste en lo que resta del año y los primeros meses del 2015 será muy crítica, como resultado de los efectos del fenómeno climatológico El Niño.
Luconi, al recoger el sentir de los ganaderos afirmó que en el cantón Abangares y las partes bajas de Cañas, el ganado está bien y gordo y todavía hay pasto, pese a la escasez del agua pero hay otras zonas donde la sequía ya hace de las suyas como el caso de muchas fincas situadas en Bagaces y la Península de Nicoya, donde los animales sí están más delgados a pesar de que hay comida, pero advirtió que faltan los meses más duros.
El representante de los ganaderos comentó que están coordinando acciones con el Servicio Nacional de Aguas Subterráneas (Senara) y con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para aplicar todas las medidas para atender esta situación.
Para Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria, las medidas deben tener mayor efecto como una declaratoria de emergencia nacional por parte del Gobierno para contar con acceso a más recursos, que los que prevé una alerta amarilla.
“La declaratoria de emergencia permitiría al Gobierno construir pozos evitándose toda la tramitología y otorgar adecuaciones bancarias a todos aquellos agricultores que sembraron y sus cultivos no crecieron por la sequía. Además, de meterse en un programa de producción de follajes para tener más comida para el verano”, mencionó.
Según datos del Departamento de Extensión Agropecuaria del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la sequía que afecta principalmente la provincia de Guanacaste asociada con el fenómeno de El Niño deja pérdidas al sector agrícola por unos 20 mil millones de colones.
Además, los pronósticos no son alentadores, tomando en cuenta que las autoridades del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) proyectan una escasez de lluvia constante para ese sector durante los próximos meses.
Por su parte voceros de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) estiman pérdidas por 157 millones de colones, por la no germinación de semillas o postergación de siembra en 116 hectáreas. Sin embargo, aseguraron que por los aguaceros que han caída en las últimas semanas unas 1.213 hectáreas de arroz han comenzado a germinar en la Península de Nicoya, evitándose pérdidas económicas cercanas a los ¢450 millones.