OPINIÓN
Desde hace años atrás, Costa Rica ha tenido serios problemas en cuanto al manejo y la recaudación de sus impuestos, precisamente por el gran margen de evasión y elusión fiscal que se ha ido presentando a lo largo de los años. Lo cierto es que, ninguna evasión es defendible, ya que las evasiones son altamente problemáticas porque solamente presentan situaciones negativas, restan recursos para el financiamiento de bienes y servicios, crean diferencias injustas entre quienes pagan y quienes no, y deslegitiman el funcionamiento del medio o sistema que se está vulnerando.
Muchas de las empresas importantes en este país, han hecho de la evasión y la elusión parte de su cotidianidad, algo irrelevante; sabiendo que es parte de su política y parte de su responsabilidad pagar sus respectivos impuestos. Se ha convertido en un comportamiento que ha contado con la complicidad del Ministerio de Hacienda y de varios “puestos” políticos, ya que esta situación no es de ahora, sino que viene desde hace muchos años.
Para muchos en Costa Rica, la evasión y elusión fiscal son temas incomprensibles e incluso de poco interés por el hecho de pasarlo desapercibido en muchos de los medios nacionales, y es en este punto donde las empresas se han válido para confundir a sus públicos en cuanto a sus actuaciones. Las personas meramente informadas conocen las formas que tienen de evadir y eludir impuestos, sin embargo, a pesar de que todo esto es conocido por el Ministerio de Hacienda y por la Fiscalía de la República, actualmente sigue sucediendo lo mismo una y otra vez, como si toda esta problemática no tuviera solución.
Aún así, el Gobierno tiene la obligación de cobrar estos impuestos de manera eficiente y eficaz. No se puede solamente justificar el hecho de crear nuevos impuestos, sino que el gobierno cobre efectivamente y de manera eficiente los que ya existen, especialmente, a los que evaden y eluden sus obligaciones tributarias.
No se puede pensar en un futuro justo si Costa Rica sigue permitiendo prácticas que solamente favorezcan a una que otra persona y manteniendo el pensamiento de “ver y no actuar” contra la evasión y la elusión fiscal, pues esto genera un efecto nocivo y negativo para todos, en especial para las personas más vulnerables, aquellas que menos tienen.
Ever Josue Camacho Chaves
Estudiante de cuarto año de la carrera de Administración,
Universidad Nacional, Sede Regional Chorotega, Campus Liberia.