Representantes de diferentes instancias del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo coincidieron en la necesidad de identificar una mejor oferta educativa en el campo de la prevención y la gestión de riesgo, mediante la cual se consolide la Estrategia Nacional del Sector Educación contemplada en uno de los siete ejes temáticos del Plan Nacional de Gestión del Riesgo (PNGR).
La citada estrategia se basa en tres pilares fundamentales: el fortalecimiento de las capacidades para abordar los temas relacionados con la gestión del riesgo, la identificación de una oferta educativa en prevención y preparativos para emergencias, además de la consolidación de instrumentos de protección y organización.
Este esfuerzo surgió de un exhaustivo proceso de consulta y análisis que se ha venido realizando con todos los sectores relacionados con el sistema educativo del país, como respuesta a los lineamientos de la Política Nacional y a los mandatos del Plan Nacional de Gestión del Riesgo, y que inclusive ya es considerado por organismos internacionales como una buena práctica que puede adaptarse y utilizarse en otros países de la región.
En la consolidación de la Estrategia participaron activamente representantes de las universidades públicas y privadas, y organismos internacionales, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la Cruz Roja, Visión Mundial, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, la Oficina de Asistencia para Desastres de la Embajada de los Estados Unidos, el Instituto Centroamericano de Educación Pública, el Ministerio de Educación Pública, y las diferentes instancias de respuesta a emergencias coordinadas por la CNE.
Desafíos
La estrategia plantea el fortalecimiento de las capacidades de generación, transferencia y difusión del conocimiento y la aplicación de las tecnologías apropiadas, con el objeto de orientar las prácticas y los procesos de educación formal e informal de la población.
Además, está orientada a generar conocimiento, contar con una oferta educativa y dar protección a los estudiantes y personal docente de todo el sistema educativo costarricense. Busca desarrollar la investigación, preparar docentes, aplicar nuevas tecnologías y generar procesos de difusión.
En el campo de los servicios, la estrategia busca aumentar el voluntariado estudiantil, las asesorías a centros educativos, la participación comunal y la responsabilidad social, con mejores índices de seguridad escolar, tanto en los planes de seguridad como el mejoramiento de la infraestructura educativa existente en el país.