Entregan viviendas a familias de Cuajiniquil en residencial Nueva Esperanza

  • En La Cruz, 53 familias en situación de extrema necesidad estrenarán sus viviendas nuevas. Este viernes, las primeras 24 recibieron las llaves; el trámite de entrega de las restantes 29 se realizará en las próximas semanas.

Gracias al Bono Familiar de Vivienda el sueño de un grupo de familias en situación extrema necesidad es una realidad, estas familias han vivido la mayor parte de su vida en zonas de riesgo y áreas inundables.

Este viernes, las primeras 24 familias, de un total de 53, recibieron las llaves de su casa en el residencial Nueva Esperanza II, ubicado en el distrito Santa Elena de La Cruz, está a solo un kilómetro de distancia de Cuajiniquil, donde tendrán acceso a escuela, colegio, clínica de salud, centros religiosos, áreas deportivas, comercio diversificado y transporte público.

El Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) y el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) invirtieron en estas obras ¢1.425,9 millones.

La construcción de 2.417 metros cuadrados generó empleos directos e indirectos para 193 personas, lo cual favorece la reactivación económica de la zona. La supervisión y correcto uso de los recursos del bono de vivienda fue responsabilidad del Grupo Mutual, como entidad autorizada del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda y la empresa Synsa, encargada de la construcción.

Familias recuerdan múltiples penurias y miran con optimismo su nueva situación

Marcia Lobo Peña y su esposo Richard Martínez, vecinos de Cuajiniquil, conforman una de las felices parejas beneficiarias del proyecto habitacional Nueva Esperanza II. Hasta hoy habían alquilado una modesta casa, la cual ha sido afectada por múltiples inundaciones, entre otras las originadas por las tormentas Nate y Bonnie.

Doña Marcia recuerda con dolor como la tormenta Bonnie los dejó solo con la ropa que vestían. “Lo perdimos todo por el desbordamiento de la quebrada Las Vegas y el Río Aguacaliente. Fue triste ver como el agua inundó por completo la casa y dañó los pocos enseres que teníamos”.

Ahora el futuro luce mejor para ella y las restantes familias tras la asignación de una casa en el residencial Nueva Esperanza II, ubicado en una zona libre de inundaciones y otros riesgos.

Características del residencial

Las 53 viviendas están edificadas con bloques de concreto (mampostería), con dos y tres habitaciones, dependiendo del número de personas. Tienen piso cerámico en el interior y en los corredores; cielo raso en tablilla, marcos de aluminio y tanque séptico.

La urbanización cuenta con todos los servicios públicos, sistema de evacuación de aguas pluviales, calles asfaltadas, iluminación, aceras, rampas, zonas verdes y área de juegos.

En cuanto a la conformación de las familias, 32 de ellas, es decir el 60%, está a cargo de mujeres. Existen grupos familiares numerosos con hasta 8 integrantes; 10 adultos mayores, una persona con movilidad disminuida. La principal fuente de ingresos de estas personas es la pesca, o trabajos informales, como peones agrícolas y ventas de alimentos.

En su primera etapa, Nueva Esperanza dio respuesta habitacional a 51 familias y la inversión en su oportunidad fue por ¢1.179,2 millones. Con la segunda etapa, suman 104 las familias con casa digna, obtenida con los recursos del Bono de Vivienda por un total de ¢2.605,1 millones.