El proyecto de cría y producción de ostras que desarrolla la Estación Biológica Marina de la Universidad Nacional (UNA), ubicada en Puntarenas, se ha convertido en un medio para que los habitantes de la Costa Pacífica del país obtengan una nueva fuente de ingreso.
Este proyecto innovador le devuelve la esperanza a la zona, gracias al proyecto de granjas de cultivo de ostras que se lleva a cabo en los Golfos de Nicoya y Dulce, a partir de diminutas larvas de ostra que les provee el laboratorio de la UNA.
Actualmente en este laboratorio se produce un millón de semillas que se crean a partir de un complejo proceso que conlleva al uso de tanquería especial, agua de muy buena calidad y filtros especiales.
Las ostras no se reproducen en el medio natural, por ello a los productores les corresponde el proceso de engorde en las granjas ubicadas en mar abierto y las hacen crecer hasta que lleguen a 6 centímetros, según lo explicó el Biólogo Marino Gerardo Zúñiga.
Actualmente hay 6 grupos, la idea es llegar a constituir 15. A los productores se les da acompañamiento en el proceso de control de calidad e inocuidad del producto.
En la Estación Biológica de Puntarenas, del millón de semillas de ostras que se producen al año, llegan a la etapa de madurez un 30 por ciento, las que se logran vender a un precio mínimo de 300 colones cada una.
Aunque el proceso de producción y engorde es nuevo en Costa Rica, las otras ya han empezado a motivar el paladar de los costarricenses y ya lo están colocando con mucho éxito en el mercado nacional
En estos momentos se construye un nuevo laboratorio en la Estación de Ciencias Marinas en Punta Morales, la que estará lista en próximos meses, allí producirán un millón de semillas por mes. Eso podría arrojar 300 mil ostras por mes, lo que redundará en el fortalecimiento de los nuevos grupos y por supuesto en mayor producción.