Campaña política impredecible

Sin duda los costarricenses hemos asistido a la campaña política más atípica y llena de sorpresas de la historia contemporánea. Ningún analista político por experimentado que fuera, podría haber vislumbrado acontecimientos tan significativos como la renuncia, regreso y posterior renuncia del Dr. Rodolfo Hernández, candidato del Partido Unidad Social Cristiana que hasta hace algunos meses figuraba como una fuerza política importante.

Posteriormente fue el crecimiento sorpresivo del partido Frente Amplio bajo la dirección del joven diputado José María Villalta el que se perfiló como la tendencia política que en teoría, sería la que se enfrentaría al Partido Liberación Nacional en una segunda ronda.

En el ínterin Rodolfo Piza candidato emergente de la Unidad Social Cristiana dio la sorpresa al darle un segundo aire a su tendencia política.

En un nivel de preferencia electoral las encuestas determinaron que serian cinco de nueve partidos, los que tendrían posibilidad de obtener el mayor porcentaje de votos.

Las sorpresas estaban lejos de terminarse porque fue el proceso electoral del 2 de febrero el que nos deparó un resultado inesperado, el Partido Acción Ciudadana (PAC) ganó con diferencia de 19.000 votos las elecciones al partido Liberación Nacional.

La campaña quedó para definirse el próximo 6 de abril, cuando de nuevo los electores deberemos acudir a las urnas por mandato constitucional, solo que en un entorno totalmente diferente de cara a la más reciente y sonada sorpresa, como fue el anuncio del candidato Johnny Araya de dar por concluida su participación en la presente campaña y aconsejar a sus partidarios asumir una participación pasiva hasta el próximo 6 de abril.

Los resultados de la presente campaña aunque parecen fáciles de predecir sin duda depararán otras sorpresas, una de las cuales podría ser que el abstencionismo alcance un nivel mayor al registrado en los procesos recientes, esto como resultado de que a los electores llamados a cumplir una participación pasiva no les interese acudir a votar.

Tal y como se presenta el panorama político, Luis Guillermo Solís se enfila a ser el próximo Presidente de la República y Johnny Araya al frente del Partido Liberación Nacional se presentará como el representante de la oposición, si se toma en cuenta que obtuvo la mayor cantidad de diputados.

Faltan algunas semanas para que el proceso electoral finalice. ¿Se presentarán nuevas sorpresas hasta entonces e incluso el mismo 6 de abril?

Eso es difícil de predecir porque en política dos más dos en ocasiones no da como resultado cuatro.

Sin embargo, hablándole al oído a Luis Guillermo Solís nos permitimos formularle algunas recomendaciones para que su gobierno conlleve los cambios que queremos. Por supuesto no esperamos milagros porque estos no existen en política, pero sí hay una gran posibilidad de dar un giro de timón que nos indique por lo menos que nos acercaremos a puerto seguro.

La primera recomendación que en GUANACASTE A LA ALTURA queremos formular es “No gobiernen con sus amigos” para que no cometa el mismo error en que incurrió la Presidenta Laura Chinchilla.

“Luche por desterrar la corrupción en las diferentes instancias públicas” porque éste es el más fatídico de los cánceres que corren nuestra institucionalidad y la confianza del pueblo, que queda fehacientemente demostrada en el altísimo porcentaje que alcanza el abstencionismo electoral cada cuatro años.

“Asesórese, estudie y analice con lupa los contratos de concesión” para que se deje de poner en venta a nuestro país y que el pobre pueblo/camello deje de pagar mediante sus impuestos millones de dólares por los errores cometidos al amparo de contratos mineros, ampliación de carreteras y construcción de obras de infraestructura mal concesionados.