El Banco de Alimentos, creado en Costa Rica en el 2012 por el sector empresarial, con el objetivo de sumarse a las organizaciones sociales, comunitarias y programas del Estado que trabajan por la igualdad de oportunidades y la inclusión social de la población en condiciones de pobreza, ha llevado 200 toneladas de productos a miles de personas que se encuentran en condición extrema de pobreza.
Se estima que mensualmente ayudan a 6 mil costarricenses, entre ellos decenas de familias de Guanacaste, desde sus bodegas situadas en Cañas, así como en la ruta que conduce a Huacas de Santa Cruz donde se canaliza la ayuda alimentaria a las comunidades de Liberia, Tamarindo, Filadelfia, Santa Cruz, Nicoya y Hoyanca.
Todos los alimentos revisados y distribuidos diariamente por voluntarios de las 33 Organizaciones No Gubernamentales que están aliadas a esa institución se distribuyen en comedores escolares, centros de ayuda a adultos mayores, niños y adolescentes, centros de rehabilitación, atención a indigentes, población indígena, entre otros
Península Papagayo se unió a la iniciativa internacional Banco de Alimentos. Mediante el voluntariado de algunos de sus colaboradores durante dos días completos al mes, gestionan el sistema de recepción de donaciones y de distribución de alimentos por medio de organizaciones sociales y comunitarias a la población en condiciones de pobreza y exclusión.
Manuel Ardón, Senior Vice-President and Chief Operating Officer de Península Papagayo, comentó “esta iniciativa genera dos grandes valores: hace la diferencia para aquellas personas que ni siquiera pueden cubrir sus necesidades básicas de alimentación; pero además concientiza a los colaboradores sobre el valor de las cosas que para muchos son insignificantes.”
Para Península Papagayo esta es una labor integral al trabajo que ha realizado por muchos años en las comunidades vecinas al proyecto; y muestra el compromiso por promover el desarrollo de la región.