Al maestro…

De sabido es que, el único Maestro de Maestros es y será Jesús” …

En la vida todos pretendemos ser maestros, no olvidemos que el que enseña o forma con enseñanzas valiosas es maestro. Así, los padres, abuelas y otros son maestros, porque criando de manera positiva y valiosa son forjadores de valores para el futuro.

El educador en el aula, sea de escuelas, colegios o universidades son maestros.

 La función del docente es de carácter profesional, conlleva realizar de manera directa procesos sistemáticos de enseñar—aprender; incluyendo el diagnóstico, planificación, ejecución y evaluación, también van de la mano otras actividades educativas implícitas en la programación.

Fotografía cortesía de la autora de este artículo: Dora María Quesada Vanegas

Hace muchos años, se daba la enseñanza de forma sencilla, donde el alumno mayormente era memorístico. Recordemos que la tecnología como tal no estaba incluida, lo que permitía valerse de elementos de la naturaleza para apoyar el aprendizaje, semillas o palillos para contar, para resolver las operaciones fundamentales o aprenderse las tablas. La naturaleza que nos rodeaba con la que compartían los niños y padres de familia ayudaban a entender la naturaleza. Antes de entrar al aula, se acostumbraba hacer el circulo matinal para cantos escolares, ensayar los himnos nacionales, se hacían ejercicios y se elevaba una plegaria al Creador. Con esto se inculcaba respeto, formación espiritual y civismo. Se enseñaba la caligrafía mejorando la escritura, los dictados no faltaban optimizando la ortografía, se enseñaba desde el primer año escribir en cursiva e imprenta. Se acostumbraba el “cuaderno de vida”, que fue el compendio más relevante de cada materia a través del curso lectivo y a fin de año se hacían los exámenes de acuerdo a lo escrito en él. Se me olvidaba antes de entrar al aula había que hacer fila para revisar a cada niño la cabeza por si tenía piojos, los dientes si estaban cepillados y en buen estado, las uñas, los oídos y hasta por la abertura del zíper en las enaguas se revisaba la ropa interior que estuviera limpia y los zapatos que estuvieran bien embetunados. Ya en lecciones el maestro le regalaba cuadernos o lápices a los que no podían comprarles. Se daban clases de agricultura donde se les enseñaba a hacer eras para sembrar hortalizas, se les llevaba a la plaza a practicar deportes y en tiempos de lluvia se les leía algún cuento. De mucha importancia fue llevar un folder para cada niño, ahí se controlaba su situación económica y el comportamiento de los papás con ellos, se hacían visitas a la casa del alumno. Hubo comunicación entre los papás y el educador. Se organizaban “turnos”, y con el dinero recaudado se compraba material didáctico, alguna mejora a la escuela o para un paseo a fin de año. ¡Qué tiempos aquellos!

Desde luego no nos podemos estancar en el tiempo, entra la tecnología como ayuda esencial en todos los campos. Los papás deben tener control del uso que hagan sus hijos con los aparatos tecnológicos para que no desperdicien el tiempo. Al emplear estos aparatos electrónicos, los niños dejan de ejercitan la memoria pues tienen todo a su alcance al hacer uso de la calculadora. Si hacemos buen uso de la tecnología es maravilloso el apoyo, así aumentamos el conocimiento, mejoramos la ortografía, seremos críticos al comparar diferentes opiniones de los autores, mejoraríamos idiomas extranjeros y muchísimos aprendizajes más. Les corresponde a los padres de familia, ser vigilantes de lo que ven, oyen y les sugiere el celular o la computadora, de esa manera tendremos jóvenes con valores que ayuden a engrandecer la patria.

Actualmente existen muchas ventajas para impartir enseñanza:

–La tecnología permite el avance acelerado, al ofrecer una gama de conceptos para escoger según la materia a buscar.

–El alumno participa activamente en clases.

—Se sociabiliza cuando hace tares grupales.

—Según la institución recibe lecciones en diferentes idiomas.

—El pizarrón, la tiza y los libros de texto desaparecen, entran en juego libros para resolver tareas, lecturas en hojas poligrafiadas de diferentes materias para estudiarlas, completando trabajos dirigidos o como tareas en su hogar.

Pienso que se podrían rescatar actividades tradicionales que se dejaron a un lado: círculo matinal, aprender a hacer eras para siembra de hortalizas, civismo, folder de datos y relevancias de cada alumno, visitas al hogar. También, muchísima falta hace impartir lecciones de educación vial.

Maestro: -nunca te desanimes en conseguir lo que deseas: alumnos críticos, esforzados y con valores. Tu lucha es por siempre, Dios te bendiga.

Dora María Quesada Vanegas

Educadora pensionada, desde la tierra del coligallero.